La parálisis acostumbra a desembocar en úlcera: los movimientos sociales madrileños son un buen ejemplo. Estancados desde hace ya unos años, tan solo fogonazos puntuales, como las movilizaciones contra la guerra, la LOU o la huelga general, disimulan la debilidad del enfermo. En el páramo que cubre el día día de los movimientos sociales, los supervivientes a menudo se enfrentan en tristes debates que para alguien que mira con cierta distancia resultan insensatos. Divididos en categorías absurdas, anarquistas de todo tipo enterrándose mutuamente, marxistas diversos, ecosocialistas, desobedientes contra "petacajeros",..., no encuentran elementos comunes sobre los que avanzar.
Para salir de la parálisis a veces solo hace falta echar a andar. Precisamente un paso al frente, un gran salto adelante, es lo que pretende Diagonal, el "nuevo periódico" quincenal de los movimientos sociales. Saliendo del agotamiento del Molotov, de un análisis sobre los límites de un medio que logró pasar de hoja volandera a un elaborado quincenal, un grupo de personas de diferentes movimientos sociales crea Diagonal. Han comenzado con presentaciones del proyecto en dos lugares emblemáticos: la Escuela Popular de la Prospe y la fiesta del PCE. Pretenden conseguir un colchón económico para mantener la independencia a la vez que para garantizar la viabilidad del proyecto recurriendo a una campaña inicial de suscripción.
Sacar adelante un periódico de estas características es ya un gran intento. Pero no solo: es que además está realmente bien hecho. Al menos el primer número, numerado como -1. Muy trabajado visualmente, bien escrito, con abundantes secciones de humor, sin caer apenas en el topicazo y mirando desde muy lejos lo panfletario, con cuidados análisis de temas que deberían ser de debate (estupendo el trabajo sobre las nuevas realidades urbanas de Barcelona, Madrid, Zaragoza y Valencia) y que pueden contribuir a que los movimientos sociales logren marcar su propia agenda política. La calidad en el diseño, la amplitud de contenidos, la intención de tener una tirada considerable (15.000 ejemplares) y una distribución que contempla los kioskos, así como unos textos que no son autoreferenciales, que pretenden ser de interés para alguien más que para quien lo escribe,..., todo ello muestra que Diagonal pretende lo que hace años se decía: "romper el ghetto" de la contrainformación.
Esperemos que tengan suerte (y que se lancen también a Internet, por supuesto).
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PD: no he tenido tiempo de contestar los comentarios anteriores y por motivos laboral-personales no habrá más post durante las próximas tres semanas. Es para mí un placer presentarles mientras tanto el blog Quod erat demonstratum, de un actual compa de trabajo, y eDiccion de un actual ex-compa de trabajo. Que los disfruten.
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