La reforma educativa a presentar por el PSOE se enfrenta a dos frenos que ya hemos señalado anteriormente:
- La actitud reacia del profesorado, particularmente de la enseñanza pública. Profesorado que apoyó la LOCE al entender que reafirmaba su posición de transmisor del conocimiento con un rol definido de autoridad sobre el aprendiz y que terminó por denostar la LOGSE en tanto que limitaba los mecanismos de sanción sobre el alumno.
- La propia indefinición del PSOE, carente de un impulso reformista más allá de recurrir a los guiños a las clases medias: cuestionamiento de la presencia de la religión, incremento de la presencia del inglés y las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Éstas últimas, convertidas en un elemento al que se atribuye la posibilidad de cambiar el esquema de enseñanza-aprendizaje hacia un modelo centrado en el alumno, se presentan sin una definición de sus condiciones de uso y sin partir de la reflexión crítica de cada centro de enseñanza, sino impuestas desde la decisión administrativa.
Es decir, nos encontramos entre los deseos corporativos de rechazo al cambio, excepto al cambio que confirma el papel del profesor como poseedor del saber y la autoridad, y una Administración sin voluntad política ni criterios para forzarla más allá de aspectos secundarios. No se cuestiona en ningún caso el procedimiento de transmisión de conocimientos.
Progresivamente dos nuevos frenos van afianzándose, confirmando la impresión de que asistiremos a una reforma estéril, un parto de los montes del que nacerá un ratón.
- Por un lado, los plazos. La ausencia de impulso político supone que el debate previo a la presentación de la propuesta de ley se ha ampliado en el tiempo. Si el gobierno no pide al Consejo Escolar un dictamen de urgencia (es decir, si evita caer en el error que reprochó al PP con la LOCE) sino que respeta sus plazos, la reforma entrará en vigor en el curso 07-08. Justo en el último año de gobierno socialista, de forma que un nuevo cambio de gobierno podría dar lugar a su cambio sin haberse visto apenas aplicada. Al menos en este contexto el PP podrá presionar en mayor medida, de forma que si se obtiene el “consenso” entre los dos grandes partidos resulte ser un consenso que resida, como siempre que se obtienen grandes acuerdos, en una opción continuista. Un buen ejemplo es el escaso compromiso que el PSOE ha mostrado con la solicitud del Consejo Escolar del Estado de sacar la asignatura de religión católica de los centros públicos y su denuncia del acuerdo con el Vaticano. Más aún, se anticipa un acuerdo entre bastidores con las organizaciones gremiales de profesores y la patronal religiosa.
- La financiación: existe la posibilidad de presentar la reforma sin memoria económica. Se trataría del mismo error ya no solo de la LOCE y del PP, sino de la propia LOGSE y el PSOE, error que los socialistas han reconocido públicamente. En principio, esta opción no parece viable. Si se acompaña de memoria económica, allí cristalizaría la decisión de qué aspectos prima realmente la administración. Conforme a lo anunciado, la reforma implica una inversión (desdobles, formación al profesorado, introducción de Tecnologías de la Información y la Comunicación,...) que compite con otros desembolsos. Sin emabrgo, a la vez el gobierno ha asumido en paralelo dos capítulos de gasto de enorme importancia.
1. Por un lado, la extensión de la gratuidad del segundo ciclo de educación infantil (3-5 años). Esta extensión significa en la práctica la extensión del sistema de conciertos de la enseñanza privada a infantil (actualmente incluye la enseñanza obligatoria, que va desde los 6 a los 16 años) en lugar de garantizar la oferta a través de la red pública. Se asume entonces que los presupuestos del estado financiarán unas enseñanzas que hasta el momento los padres con chavales de entre 3 y 5 años en la enseñanza privada lograban asumir de forma particular. Es decir, un coste que esas familias podían asumir pasa a ser asumido por el conjunto de la sociedad.
2- Por otro, la gratuidad del libro de texto. Desde hace ya tiempo, la gratuidad de los libros de texto ha sido parte de los programas electorales de los partidos "progresistas" (ver página 179) y de izquierda (ver página 9). De hecho, ya se han puesto en práctica en algunas CCAA y ha sido objeto de demanda por parte de CEAPA, la principal de las confederaciones de asociaciones de padres y madres de alumnos, que llegó incluso a recoger 600.000 firmas mediante una Iniciativa Legislativa Popular en 1998, iniciativa que fracasó por el voto en contra de PP, CiU y PNV.
Al margen de los programas electorales, el Gobierno ha vuelto a verse comprometido a la gratuidad del libro de texto por la torpe polémica sobre los descuentos de los libros de texto. Así, durante esta legislatura puede poner en marcha la concreción de este punto del programa, que se presenta como una medida destinada a garantizar el acceso a la educación de todas las clases. Conviene entonces repasar la repercusión práctica de la medida en forma de preguntas:
- ¿Favorece en mayor medida a los alumnos de familias desfavorecidas económicamente? No, tal como está aplicándose en Castilla La Mancha, modelo que parece ser la referencia, todos los alumnos, sea cual sea la situación económica de sus familias, reciben el mismo apoyo económico. Una política social destinada a corregir las desigualdades debe ser necesariamente discriminatoria. Café para todos significa café para todos, no café para quien más lo necesita. Una política de becas de libros de texto para quien tiene menores ingresos supone menor desembolso, tiene menores costes de fricción asociados (gestión del sistema de herencia) y ayuda a quien lo necesita. Sin embargo, es posible que sea menos rentable electoralmente.
- ¿Daña la calidad de la enseñanza? Sí, en la medida en que entendamos que tener un libro de texto sin utilizar resulta un valor: mayor aprecio del alumno por el material sobre el que va a estudiar, utilización del subrayado y de la toma de notas como técnicas de estudio,...
En última instancia, compiten por los fondos públicos dos posibilidades: asumir desde el ámbito educativo unos costes sociales que no implican redistribución de rentas (gratuidad de los centros concertados en el tramo 3-6 años y regalo del libro de texto a la totalidad de alumnos, sin discriminar por ingresos) y que vuelven a dañar a la enseñanza pública, frente a realizar una inversión productiva en educación, inversión que podría centrarse en la red pública, la red que acoge a quienes tienen una menor capacidad de renta.
En resumen, la situación de la reforma es cada vez más crítica: podemos encontrarnos, por tanto, con una ausencia de compromiso por parte del profesorado, inexistencia de cualquier atisbo de innovación pedagógica, afianzamiento de la red pública como red subsidiaria, descontrol de los plazos legislativos, gasto populista, pequeñas pinceladas progresistas (como mucho, evitar la presencia de la religión prevista por la LOCE) y un gran consenso. El consenso de los cementerios.
Hola.
Pues muy buenas tus reflexiones. No haces más que dar en el clavo. Y el clavo (o estaca que nos van a meter en corazón) es el fin de los Servicios Públicos. Entendidos como tales los que prestan directamente las Administraciones Públicas. Ahora esos servicios serán prestados por empresas privadas (que tienen ánimo de lucro, obviamente), y por tanto los que den esos servicios tendrán como meta la obtención de beneficios, y no dar un servicio al ciudadano. Porque ya no hay ciudadanos, esa es otra, hay curritos y usuarios: mano de obra y clientes.
Esto es el fin. Sálvese quien pueda. Maricón el último. Cada palo que aguante su vela. Despertamos de un sueño y nos vamos a encontrar con que la oligarquía plutócrata se ha hecho con el control de los hilos que manejan todas las cosas. Hasta ahora nuestra defensa contra ellos eran la política y la movilización de masas. La televisión acabó, hace ya lustros en España, con la movilización de masas. Queda la política, pero la televisión define quién manda en la política (veáse referéndum de la Constit. Europea, ejemplo paradigmático), de modo que la política ha muerto. Nada nos queda. Para más inri, cautiva y desarmada la URSS, ya no es necesario para los oligarcas mantener los paños calientes del Estado del Bienestar, obra suya con que ponían coto a la propaganda soviética (sí, es cierto, los oligarcas nos montaron el Estado del Bienestar para acallar los movimientos de masas y las reivindicaciones políticas; como ya no hay ni los unos ni las otras, y han desarmado al socialismo real, ya no son necesarios ni un día más los paños calientes con que venían hasta ahora contentándonos). Se ha abierto la veda, esto va a ser la jungla, de hecho ya lo es si tienes menos de 30 años y un curro-basura, y la vida de nuestros padres siempre nos sonará a paraíso perdido.
Conta Franco vivíamos mejor.
Publicado por: UnLectorExIlusionadoConElMundo. | febrero 21, 2005 en 11:46 p.m.
"...y la vida de nuestros padres siempre nos sonará a paraíso perdido."
¿Tal vez por la misma razón que un tractor es menos humano que una yunta de bueyes?
No estoy seguro si "El niño yuntero" estaría de acuerdo.
Del texto original: me descubro.
JM
Publicado por: José Manuel | febrero 22, 2005 en 08:08 p.m.
La yunta de bueyes es anterior a la revolución industrial, es un ejemplo de agricultura de subsistencia, es decir, sigo XIX. Todavía hay gente el pueblecitos perdidos que usa el arado romano, y pero la anécdota no hace categoría.
Y veo, JM, que nada dices sobre la tesis "oligarquía - estados del bienestar - fin de los paños calientes"...
Publicado por: UnLectorExIlusionadoConElMundo. | febrero 22, 2005 en 10:29 p.m.