A modo de experimento, veamos el siguiente texto:
“Durante los años de la burbuja de la Nueva Economía surgieron multitud de proyectos empresariales donde se conjugaron modelos de negocio irrealizables con grandes ambiciones personales. En esta época nace Libertad Digital, proyecto liderado por varios periodistas claramente posicionados en el neoliberalismo. La plataforma tecnológica sobre la que se lanza Libertad Digital es realizada por Coverlink, consultora cuyo principal accionista era la hija de un conocido banquero de España. Coverlink sufrió una profunda crisis con sucesivos oleadas de despidos. Entre sus empleados se señaló como principal motivo de la crisis la realización de proyectos que necesariamente no podían ser rentables, proyectos obtenidos a través de la amplia red de contactos de los propietarios de la empresa y que parecían ser más útiles en el afianzamiento de esas relaciones que de cara a la cuenta de resultados de la compañia.
También en esta época surgen los confidenciales: formato de difusión de la información que dice sustentarse en la recogida de rumores sin contrastar. Los confidenciales se sustentan en la inserción de publicidad por parte de grandes anunciantes. En ocasiones se ha señalado que el ingreso por publicidad funciona como una especie de impuesto revolucionario, de forma que los anunciantes que no se publiciten en los confidenciales tienen más probabilidad de ver su marca empañada. Libertad Digital publica su propia sección de confidenciales y cuenta desde su arranque con potentes anunciantes”
Del texto podemos sacar tres aprendizajes:
- En la construcción de argumentaciones la sucesión puede sustituir a la causalidad. En el texto se presentan afirmaciones de forma sucesiva pero sin que exista una relación de causalidad entre ellas. Por ejemplo, que los confidenciales funcionen como un impuesto revolucionario no quiere decir que el de la caverna lo sea. Que LD haya sido desarrollada por Coverlink y que ésta se viniese abajo por proyectos no rentables no quiere decir necesariamente que regalasen a LD la plataforma. Sin embargo, al establecer la sucesión en el orden del discurso parece establecerse también la relación causal o justificativa. Igual ocurre con la coincidencia en el tiempo: varios hechos citados coexisten en el tiempo pero sin que pueda establecer una relación entre ellos más que de modo inexacto. Sin embargo, su co-ocurrencia, redactada de este modo, parece vincularlos. Recientemente hemos tenido bastantes ejemplos similares: la teoría de la conspiración sobre el 11-m, donde coincidencias espaciales, temporales o la simple enumeración de hechos periféricos han dado pie a la construcción de una narración basada en la yuxtaposición de afirmaciones sin sostén causal.
- La condición fundamental de un texto para su utilización en el debate político no es su valor de verdad sino su verosimilitud. Habrá lectores que hayan considerado verosímil el texto, estimando viable que periodistas situados a la derecha hayan recibido el respaldo económico de grandes empresarios. Otros desde el primer momento lo habrán ignorado o habrán sentido malestar durante su lectura. En ambos casos el texto es el mismo. La condición de verosímil se obtiene más del lector que del texto. Por ello en el debate político las teorías de la conspiración obtienen semejante eco. En el caso del 11-m, buena parte de la derecha no podía otorgar valor de verdad ni a la versión de la ocultación (el gobierno del PP trató de engañar) ni a la del error (el gobierno se dejó llevar por la experiencia, de forma que consideró a ETA el autor natural). De este modo, necesitó construir una narración alternativa, donde figuraban de actor todos sus enemigos naturales: Marruecos, Francia, ETA e incluso los socialistas-felipistas.
En resumen, las narraciones de los hechos sociales encuentran sentido y se valoran como verosímiles según se insertan en visiones ideológicas más amplias. La guerra civil es otro claro ejemplo.
- Finalmente, para cumplir su función (reafirmar la propia opción ideológica) es decisivo el momento de aparición de las narraciones. Si la narración de la conspiración no aparece y no se plantea permanentemente en un juego de reafirmación entre los diferentes medios de la derecha, en el discurso social hubiesen quedado solo disponibles las narraciones de la izquierda (incluso, ya no solo la del error y la mentira, sino incluso la de una población civil que harta de la manipulación da un paso al frente y exige la verdad la víspera de las elecciones, interpretación que lleva a la izquierda extraparlamentaria a hablar de la comuna de Madrid). Por eso apenas pasado el shock terrorista y electoral la narración de la conspiración surge. La presencia de una sola interpretación hubiese dado una superioridad moral a la izquierda que los actores mediáticos de la derecha no pueden tolerar. De nuevo, semejante ocurre con la guerra civil, donde la derecha pretende evitar que la izquierda se presente con la legitimidad moral que otorga sentirse portadores de la herencia democrática, de forma que recurre a presentar narraciones alternativas.
En resumen, alcanzamos una obviedad: llegado el caso, el valor de verdad de las afirmaciones es totalmente secundario en el discurso político.
Gracias por tu post. El ejercicio que realizas es muy interesante: desmontar la manipulación que hay detrás de un texto. Yo pondría una asignatura en la escuela para que la gente aprendiese a detectar manipulaciones, y así vacunarla.
Sin embargo, veo que tú también caes en un tipo de manipulación parecida a la que tú mismo intentas denunciar. Para justificar tu argumento del 11-m usas la demostración de la historia de los confidenciales. Como ya lo demuestras para los confidenciales, pegas el salto en el vacío y lo intentas aplicar al 11-m, y siguiendo el mismo método saltas de nuevo en el vacío y te vas a la guerra civil. No digo que no tengas razón, pero demuestras lo que quieres demostrar. Dices que la relación entre C y D es como la de A y B y que esa relación enetre A y B ya esta demostrada.
Lo siento, pero todavía no puedes ser columnista de El País
Publicado por: Toledano | febrero 11, 2005 en 08:14 p.m.
La teoría de la conspiración es interesante en distintos sentidos. El propio Aznar, en la comisión del 11M negó que pensase en la participación de los servicios secretos franceses y/o marroquíes en el atentado. Aunque si es cierto que es posible de que, cuando a Mohamed VI se le ocurrió limpiar el país, segúramente expulsaría a varios de esos radicales.
Lo de los SMS, es probable. A día de hoy, todavía no he podido ver ninguno. Lo digo porque me gustaría ver como están escritos. A la hora de enviar un SMS, la gente normal lo envía "resumiendo" las palabras. Esto es debido a la incomodidad de escribir perfectamente con las teclas del móvil. Sin embargo, en las grandes organizaciones (y un partido político lo es) se puede enviar un mensaje escribiendo con el teclado del PC. Y esto, obviamente, hace que se escriban perfectamente. Si el mesnaje está esrito correctamente, es indicativo de que podría venir desde el PSOE. Naturalmente, es una conjetura, no es ninguna prueba sólida.
Y sobre la manipulación del País en esos días. Bueno... podríamos decir que cada peródico barrió para casa. Aunque es cierto que el del suicida del tren, según informadores del CNI, es escandalosa. Se puede decir que la prensa española 8y los políticos) no se cubrieron de gloria esos días.
Publicado por: Marine.Fran | febrero 12, 2005 en 10:17 p.m.
Saludos a ambos.
llevas razón Toledano en que hay un salto. Un salto que no tenía tiempo de llenar y además un salto que para los que no van (vais?) a estar deacuerdo conmigo siempre será un salto. Sobre la guerra civil ya he puesto un enlace que me parece significativo (al artículo de Guillermo López sobre Moa) y en última instancia la guerra civil me parece el mejor ejemplo de narración usada con fines políticos. Como llega un momento en que no puedes adscribirte a discursos generados por otros, tienes q recurrir a la información más directa que tengas. Mi abuelo era de la CNT, así que te puedes imaginar mi versión de los hechos.
Otro salto es el del 11-m. Sobre esa fecha y lo que ocurrió el 13-m ya escribí en su momento. Aquí tienes el argumento http://divergencias.typepad.com/divergencias/2004/03/ecos_mediticos_.html y otro paralelo, con muchos puntos de encuentro, lo tienes aquí. http://www.unav.es/fcom/cicom/pdf/g2.movilizadores/Sara%20Lopez.pdf
Ambos vienen a decir que nos busquéis en el PSOE el origen de las movilizaciones del 13-m. Esta es la misma respuesta para Marine.Fran. Los mensajes del 13-m no venían de un ordenador. No los que yo recibí, al menos.
SAludos
Publicado por: lipe | febrero 13, 2005 en 07:59 p.m.
Donde pone "nos" debería poner "no". Y efectivamente, aún no puedo trabajar en El País, una pena porque debe ser cojonudo
Publicado por: lipe | febrero 13, 2005 en 08:10 p.m.
ES MUY IMPORRTANTE LA EXISTENCIA DE ESTE TIPO DE ARTICULOS PARA LOS ESTUDIANTES DE LOS GENEROS PERIODISTICOS, POR QUE EN ELLOS UNO SE DA CUENTA DE COMO SE REALIZAN ESTOS MISMOS.
Publicado por: DANIEL VILLALVA | marzo 31, 2005 en 02:24 a.m.
creo que lo de suicida del tren, vino a colación, de que por la exploxión en los primeros momentos, en uno de los trenes, se penso que la mochila debía estar a un metro y pico del suelo. Desde luego de ahí a dar como hecho lo del suicida, hay un mundo. simplemente fue un rumor, de algo que durante un momento se pensó. PEro creo que hay que hacer una diferencia. una cosa son medios con orientación politica, el Pais, la _Vanguardia, el PEriodico, ABC.... y otra muy distanta son otros medios que ya atraiesan la pura tendencia para caer en un guerracivilismo histerico desde la redacciones donde la verdad deja de imortar y lo único que cuenta es tumbar al contrario.
Publicado por: Pol Didac | noviembre 11, 2006 en 08:37 p.m.
bueno, creo que es otra historia si nos ponemos a pensar sobre a qué grupo empresarial pertenece cada medio y las relaciones de estos grupos empresariales con sectores políticos o económicos importantes.
Publicado por: Cooperación Social | octubre 14, 2010 en 12:00 a.m.