Si a un consumidor se le pregunta directamente por la importancia del cambio climático, qué opinión le merece que la fabricación de un producto resulte escasamente contaminante, o si es relevante el carácter ecológico de un producto para escogerlo, o si es bueno que una compañía contribuya a la mejora del medio ambiente,...., seguramente obtendremos respuestas afirmativas. Sin embargo, la valoración de cuestiones donde existe un elevado "deber ser", un sentido de lo que debe hacerse muy marcado y orientado por administraciones, medios de formación de masas,...., no puede hacerse mediante interrogaciones directas sobre su importancia, sino recurriendo a enfoques más abiertos, en los que se compare con otros criterios de selección-valoración del producto-marca, apoyándose en lo que se dice espontáneamente,...
Bajo esta perspectiva, hemos tratado de analizar la importancia del criterio ecológico en las decisiones de los consumidores, con objeto de estudiarlo con una perspectiva menos basada en la deseabilidad social. Y lógicamente, los resultados cambian frente a los numerosos estudios publicados recientemente: pese a que el cambio climático es conocido como fenómeno de forma prácticamente universal, se relativiza su importancia en relación a otros problemas sociales, apenas se recuerdan marcas que hagan de la cuestión ecológica el eje de su comunicación, la responsabilidad de frenar el cambio climático se proyecta a instancias ajenas al propio consumidor, ...
Queda claro de este modo la existencia de un importante "salto" entre el deber ser que marcan los medios y la cotidianeidad de los ciudadanos-consumidores: solo desde un diagnóstico realista del grado de conciencia sobre la problemática ecológica será viable plantear posibles cambios comportamentales.
Los resultados completos del estudio (basado en una encuesta online a 1170 personas entre 18 y 55 años, en julio de 2007), aquí
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