Sin ser demasiado mayor, ya lleva uno varias experiencias de derrota, y son las colectivas y que tienen que ver con lo que se ha sido de niño y adolescente las que más duelen. Me cabrea quedarnos sin el estadio dónde pasé tanto tiempo, a manos de unos delincuentes convictos , me desespera cómo IU va de descalabro en descalabro de mano de gente que no se sabe si son irresponsables, incapaces o directamente están interesados en hacerla desaparecer,..., pero medianamente se acaba asumiendo. Ahora, quedarse sin Fiesta del PCE es un palo muuuuuy gordo. Son 13 asistencias en los últimos 14 años. Marcos Ana, La Brigada Víctor Jara, los conciertos de flamenco, Rosendo, Bertinotti, los zapatistas y el Sáhara, los mojitos y la sidra, Anguita, los choricitos, el rincón cubano y el de Córdoba, y otra vez Rosendo, el viejito chiquitín que llevaba una banderón de cuatro veces su altura, las empanadas y el sobao pasiego, la Internacional, ...
Motivos hay muchos: uno me cabrea particularmente aunque será de los menos relevantes, esas avalanchas de costras enfrentándose al capitalismo mediante el salto de vallas para ahorrarse 20 euros kalimocheros. En todo caso, el declive el año pasado era palpable para quien quisiera verlo. Envidia me dan nuestros vecinos portugueses: la vitalidad de su Fiesta no es casual, tiene que ver con la pretensión de tener un partido vivo y visible.
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