Como ya es costumbre, repaso de lecturas veraniegas:
- De Michael Chabon, "Jóvenes hombres lobo". Compuesto de nueve relatos cortos, no alcanza el nivel de Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay, ni de El sindicato de policía Yiddish, pero interesante, sobre todo 2-3 historias: algunos lo suficiente como para tenerlas en la cabeza con tal intensidad la historia que necesité parar el coche y no arrancarlo de nuevo hasta terminar la narración.
- De Dashiell Hammett, pude leer del tirón "El gran golpe" y su continuación, "Dinero sangriento". Para mi gusto, un pack superior a El Halcón Maltés. Y ya lanzado, la mejor aún "Cosecha roja": de sus novelas, la mejor de las que llevo hasta el momento.
- "Editor", una autobiografía de Tom Maschler, referencia editorial en el mundo anglosajón, publicado por la buena gente de Trama Editorial. A mi juicio, demasiado amable con el propio autor, hasta extremos exagerados: apenas se reconocen errores ni se dan las lecturas alternativas de los conflictos que se cuentan. Sin embargo, el tono con los autores que conoce Maschler con frecuencia es totalmente el contrario: como leí en una crítica, la imagen generalizada que deja es que los escritores son, casi sin excepciones "unos auténticos capullos" . En todo caso, cargada de cotilleos y anécdotas y por tanto recomendable para lectores curiosones y gentes del sector, además abre el apetito por adentrarse en lecturas varias: de alguna forma, las memorias del editor sirven para prescribir libros y orientar al lector, exactamente lo mismo que ha sido su trabajo previo. Por cierto, encantadora (y desacertada) frase de Goethe que citan en la referencia de impresión: "Todos los editores son hijos del diablo. Para ellos tiene que haber un infierno especial". Con todas las excepciones, que por supuesto las encontramos y conocemos, no he visto sector en el que se trabaje con más cariño, se cuide más del producto y se trate de respetar al cliente-lector como en el sector editorial.
-"Historias del Calcio", de Enric González. Ya leí con agrado sus Historias de Londres (y por supuesto, todo lo que escribe en El País, siendo de lo poco rescatable que allí queda). Ambas amenas, ágiles, cortas, apropiadas para un futbolero que va a pasarse por Italia unos días (es decir, mi caso). Bastantes de estas historias están disponibles aquí.
- "Las partículas elementales", de Houellebecq. Un ajuste de cuentas en forma de libro, esencialmente. Quizás "moralina conservadora" (omnipresencia de Auguste Comte), una serie cansina de momentos sexuales descritos en detalle, y una tremenda capacidad para integrar ambiciosos análisis sociológicos de los últimos 40 años (muy bien expuestos y analíticos, por cierto) con la evolución de los momentos de la narración. Como decía una frase que leí en otro sitio y aplicada a otro tema, el fascinante atractivo de lo reaccionario. Empezaré "Ampliación del campo de batalla" en breve.
- "Armarse sobre las ruinas": se trata de un libro-dossier que analiza la experiencia del movimiento autónomo madrileño desde 1985 al 2000. Es decir, de cuando quien suscribe tenía otra edad y ..., bueno, en fin, era otra cosa. Recomendable para releer con "nostalgia", creyéndose la mitad en cuanto a la descripción de los hechos (aunque creo que trata sinceramente de ser objetivo, se quiera o no está escrito desde una de las "facciones" que configura el muy sectario movimiento madrileño), y útil para entender y ver con perspectiva algunos de los cenagales actuales. Disponible en .pdf aquí: se recomienda no mirarlo siquiera si no se tiene cierta cercanía.
Yendo ahora a lecturas fallidas
- Ferrán Gallego "El mito de la transición". Un tema a priori interesante (que alguien le diga a Guillem martinez que reabra su maravillo blog sobre la cultura de la transición), pero la redacción de Gallego, alguien que me resultaba de interés leyéndole en El Viejo Topo, hace agotadora la lectura. Mira que quien suscribe tiende a ser farragoso, pero el caso de Gallego supera mi capacidad, párrafos de 10 líneas sin un punto. Lástima, la verdad.
- "Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones", serie de entrevistas-conversaciones con y de Michael Foucault. Aunque en este caso finalicé el libro (en extensión mucho menor, y más ágil por su estructura, que el de Gallego), es lectura fallida debido a un (preocupante) desencuentro con el autor. Será que me hago mayor (el pobre Foucault no cambia, lógicamente), pero vez primera después de leerle y releerle con frecuencia me cuesta encontrar conformidad con sus afirmaciones y enfoques.
- "Las aventuras del buen soldado Svejk", de Jaroslav Hasek. Me dejé llevar por una frase elogiosa de Bertolt Brecht en la cubierta: no dudo de su veracidad, pero es cierto que para disfrutar del humor (al parecer, es un libro cómico) de un autor es necesario compartir referencias, y quizás un autor de la Chequia inmediatamente posterior a la primera guerra mundial me pilla demasiado lejos. Lo intenté, lo intenté, ..., pero no hubo forma.
Y por último, una valoración indecisa frente a la lectura obligatoria del verano: "Los hombres que no amaban a las mujeres", de Larsson. Simplificando mucho, la trama (me) interesa, se lee con comodidad, la documentación es exhaustiva, ..., pero los personajes son enormemente planos, previsibles. Comparto esta frase: "Todos son arquetipos, nadie es imprevisible, y menos que nadie la loca cuerda, la lista tonta, la genio torpe, la muda elocuente" (por cierto, es horroroso compartir criterio con quien hace el comentario: a ver si alguien adivina quien es). En todo caso, sus otras virtudes harán que avance con la trilogía.
¿De LA a The Cocktail Analysis? Muy trash :-)
Publicado por: Uno que también estaba por ahí | septiembre 15, 2009 en 05:40 p.m.
jajaja, bueno, me gustaría pensar que existe algún tipo de hilo conductor, pero eso exige tiempo y cervecita :)
Publicado por: lipe | septiembre 15, 2009 en 09:46 p.m.