Bueno, repaso de lecturas veraniegas, un clásico del blog. Intentaré no desvelar más de la cuenta sobre tramas y argumentos.
- Fouché, retrato de un hombre político, de Stefan Zweig. Biografía de Fouché, personalidad que acompañó al poder, fuese cual fuese, desde la Revolución Francesa a la restauración monárquica, pasando por el imperio de Napoleón, y descrito como el fundador del espionaje moderno. Mira que me gusta Zweig, pero en este caso me ha dejado con una sensación ambigua. A mi juicio comete el error de partir de una caracterización psicológica del personaje (calculador, trepa, triador, maniobrero,...), y desde ahí explica todo su comportamiento, pero sin apenas referencias de primera mano, de forma que más que concluir/descubrir sus rasgos se parte de ellos, de forma que cuando algún episodio no coincide con lo esperable no queda otra opción que describirlo como "la excepción", "lo sorprendente",.... Quizás de fondo se encuentre que me desagrada ese concepto de "personalidad", que trataban siempre de inculcarnos en la facultad de psicología, y más bien pienso que en dos circunstancias parecidas pero con contextos distintos podemos comportarnos de forma muy diferentes, muy por encima de lo que determinaría ese constructo tramposo de la "personalidad" y el "yo". En todo caso, un libro recomendable, por el contexto, por los personajes que desfilan,...
- Cristo con un fusil al hombro, de Ryszard Kapuscinski. Título (y sobre todo portada) engañoso, ya que quizás solo la mitad, o menos, del libro, atiende al encuentro entre movimientos de liberación y cristianismo en Latinoamérica, dedicando considerable atención a la situación en Oriente Próximo (aunque escrito en los 70´s, suena cercano..., por lo menos para mí, que no conozco en detalle la situación) y África. Los capítulos sobre Bolivia y Guatemala, impresionantes y estremecedores. Y al igual que me pasó con El Imperio (en aquel caso, con Armenia), del mismo autor, textos que provocan unas enormes ganas de viajar.
- Sunset Park, de Paul Auster. Tramas complejas, personajes relevantes, resolución un poco previsible. Bien, razonablemente bien, lejos de otros Auster (Libro de las ilusiones, Mr. Vértigo,...) que me deslumbraron, pero bien.
- Tombuctú, también de Paul Auster. Lo dejé, era ya el segundo intento, en la página 20. Perros que hablan, no, gracias.
- Trilogía de la Fundación, y de extra, los Límites de la Fundación, de Isaac Asimov. Será la quinta o sexta vez que me la leo, en la viejuna edición de Bruguera y con traducción del admirado Carlo Fabretti. Un gustazo, Hari Seldon, Salvor Hardin, Trántor, Preem Palver, los Darell, la psicohistoria (ains, aunque me niegue a asumirlo, me juego lo que sea a que acabé estudiando psicología por culpa de estas lecturas adolescentes), .....
- Siguiendo con Asimov, Los propios dioses, uno de los pocos libros suyos que me restaba por leer. De Asimov siempre he admirado su capacidad para construir macro-narraciones, escenarios, ..., pero su redacción no me parecía particularmente brillante. En este caso, sin embargo, hasta este aspecto me ha gustado.
- La conquista del aire, la lectura de Belén Gopegui de todos los veranos. Una de mis autoras preferidas, que en este caso parte de una situación que, queridos lectores, por experiencia os deseo que no tengáis que pasar: dejar dinero a un amigo. Desde ahí, el libro analiza la evolución de la relación y los esfuerzos por una -fallida- "superviviencia ideológica" de los personajes. Quitando algún momento de meter con calzador una explicación naif de conceptos marxistas (la plusvalía) en mitad de una conversación y que la complejidad de los diálogos interiores de los personajes te hace sentir una ameba en comparación, libro bastante interesante.
- El restaurante del fin del mundo, de Douglas Adams, continuación de la Guía del autoestopista galáctico. Y al igual que ésta, treeeeeeeeemendo (aunque hay quién entiende que la continuación no alcanza el nivel de la Guía...), qué capacidad para llevarte dónde quiera. Muy recomendable si te gustan Monty Python y similares.
- Lo que empezó como un repaso en busca de alguna frase que recordaba ha terminado en una relectura completa de Brigadas Rojas, el magnífico libro de entrevistas de Carla Mosca y Rossana Rosanda con Mario Moretti (líder histórico de las Brigadas Rojas), que ya comenté en su momento. No tiene nada que ver con el 15M en su práctica, pero sí es bueno repasar los errores que cometió el movimiento autónomo italiano en los años de plomo.
- El día que Nietzsche lloró, de Irbin D. Yolom. El libro del verano, entre otras cosas, por lo recomendado que llegaba. Ummmmm, uno lee desde su trayectoria, y en mi caso, Nietzsche fue una de las grandes lecturas de mis primeros años universitarios, mientras que el psicoanálisis me pareció sugerente pero completamente acientífico (amigos psicoanalistas: ¿de verdad os creéis el caso de Anna O?, ), con prácticas en España que bordeaban lo "sectario" (hice algunos acercamientos a academias de psicoanálisis y miedito me dieron) y colaborador en la expansión de la dañina "galaxia psi". Ocurre que, al finalizar la lectura (y trataré de no desvelar el cierre), el autor, psicoanalista, parece tomar un partido innecesario por su escuela, mientras que Nietzsche y su filosofía aparecen como un síntoma de la desesperación vital. Sea, pero vivir es pedalear en el abismo: y eso, por desgracia, no es solucionable mediante terapia. Al margen, digamos, de que "ganan" (en una competención que no se plantea explícitamente) los que para mi no lo merecen, una magnífica lectura que vale la pena, desde luego. Desfilan con coherencia y versimilitud personajes críticos del final de siglo XIX y principios del XX en CentroEuropa, Nietzsche, Bauer, Lou Salomé, Viena, el antisemitismo, y por supuesto, Freud, insertando con naturalidad (más que, por ejemplo, el citado caso del marxismo en Gopegui), un muy buen acercamiento literario al psicoanálisis y al pensamiento de Nietzsche.
Y por cierto, aunque no en papel, si no dando vueltas por aquí y por allá, otra lectura del verano: el desastre de Annual, y los militares de derecha asesinados por los golpistas franquistas.
Siguientes lecturas previstas: la trilogía del historiador Eric Hobsbwan (La era de la Revolución 1789-1848, La era del capital 1848-1875 y La Era del Imperio), relectura del Instinto del Lenguaje de Pinker (en castellano, a ver si me enteré de algo cuando lo leí en mi inglés cutreuniversitario) y una recopilación de textos de Jesús Ibañez (A Contracorriente)
Otros repasos de lecturas:
Fundamental la recopilación de textos de Ibañez. Muy curiosa por lo variopinta. Es uno de los libros a los que más cariño le tengo.
Publicado por: estrelaselimons | septiembre 11, 2011 en 10:01 p.m.
A Ibañez es que le tengo mucho cariño, hace poco leí una pequeña autobiografía en Anthropos (prestada por una excompi tuya) y era de un crítico consigo como padre muy llamativo.
Publicado por: felipe | septiembre 12, 2011 en 04:48 p.m.