Un verano con un número limitado de lecturas finalizadas. A poner mis impresiones por escrito, que es casi para lo que uso ya el blog (uff, desde 2008 vengo haciéndolo, qué viejuno)...Vamos con ellas:
- Delitos a largo plazo, de Jake Arnott. Historias de gangster y mafia, fuera del entorno habitual (Londres, los 60´s, un jefe de banda gay...), bastante bien. No espectacular, pero bien. Lo mejor, el personaje del "reformador social progresista" y su progresiva involucración..., y no cuento más.
- 1913. Un año hace cien años, de Florian Illies. No he escuchado muchos comentarios sobre este libro en España (excepto la liebre que me despertó mi admirado Gregorio Morán), pero este verano, en Londres, librería que visitase, librería que tenía bien expuesto este libro que, desde una perspectiva alemana, analiza la cultura de 1913 y trata de establecer qué elementos anticipaban la debacle de la cultura europea al año siguiente. Kafka, Egon Schiele, Franz Marc, Freud vs Jung, Picasso, Mann, Rilke..., incluso unos precoces Stalin y Hitler desfilan por un libro organizado en meses, lo que acentúa la unidad "conceptual", pero quizás rompe la lectura con frecuencia. Recomendable.
- El esperado Telegraph Avenue, del tremendo Chabon (sus Asombrosas aventuras de Kavalier y Clay y su Sindicato de policía Yiddish entrarían en una selección de mis mejores lecturas...). Recomendable, por supuesto. No alcanza a esas dos maravillas, en las que cada frase era un lujo, resulta confusa y excesiva en ocasiones, pero tiene 50 páginas llegando al final del libro dinamita pura.
- Libertad, de Franzen. La cuestión es que venía de leer Las Correcciones, del mismo autor, y no le alcanza. Durante la lectura, hubo un claro, aunque acotado momento, en el que me pregunté: "¿qué diferencia hay entre leer esto y ver un programa de cotilleo?". El diario de la protagonista, la traición, sus gotitas de sexo..., bien, entretenida, pero si aspira a ser la primera gran novela norteamericana de principios de milenio el mismo autor tiene otra candidata mejor posicionada (bueno, Las Correciciones gira más bien sobre el final del siglo anterior, pero en todo caso es mejor). En todo caso, me figuro que sin haber leído Las Correcciones, que aprovecho para recomendar, hubiese disfrutado mucho Libertad.
- Muerte en Venecia, de Thomas Mann. ¿Qué decir? Pues nada que no se haya dicho ya, excepto anotar que (aunque también estará dicho, seguro), que Muerte en Venecia, La Montaña Mágica (también de Mann) y El Desierto de los Tártaros (de Buzzati), son, en cierta medida, el mismo libro: la seducción que nace de la mezcla equilibrada de asfixia, belleza y decadencia, la fascinación de la muerte y la enfermedad, el dejarse ir...
Próximas lecturas previstas: Sociofobia y El sastre de Ulm
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