O más bien, lecturas del primer trimestre del año. Lecturas inesperadas, a las que llegué casi sin pretenderlo (regalos, compra por impulso en la librería, incluidos en el pack de algún curso...), y con resultados bastante desiguales.
- La canción de Aquiles, de Madeline Miller. Necesitaba lectura de evasión, y esta era un gran aspirante. Una vuelta sobre la relación Aquiles&Patroclo (en este caso narrada como abiertamente homosexual), con foco en los momentos previos al asedio a Troya, alcanzando hasta la muerte de ambos. Una historia ya conocida y una autora con cierto nombre en la capacidad de novelar acerca del mundo antiguo, no podía fallar. Resultado: flojo, flojo. Patroclo es un alelado del que no entendemos como Aquiles puede enamorarse y Aquiles un orgulloso bastante simplón del que oiremos 200 veces hablar de sus pies alados (como 200 veces usará Miller los arroyos deshelando para hacer metáforas de cualquier cosa), y Tetis un instrumento simplón para hacer avanzar la historia. Solo Odiseo y Briseida tienen algo de sustancia. El cierre es apresurado (esto resulta comprensible, escribir alrededor del asedio y el final de la guerra de Troya podría hacerse infinito), los personajes planos y el estilo reiterativo. Vamos, que hay muchas otras mejores alternativas para fantasear alrededor de la Grecia Antigua.
- El nadador en el mar secreto, de William Kotzwinkle. La mejor lectura de estos días. Comprado sin referencias (solo por tener una gente querida a los que les escucho hablar de natación con frecuencia, por lo que el título me produjo curiosidad, más una cubierta elegante), y quizás de ahí venga buena parte del impacto. Belleza, un puñetazo, y a partir de ahí sucesión alternativa de más belleza y más dolor. Recomendación absoluta: eso sí, para día con fortaleza de espíritu.
- Trafalgar, de Benito Pérez Galdós. El arranque de los episodios nacionales. Una especie de "deuda saldada", una lectura tras la que llevaba cierto tiempo. Y creo que habrá más Episodios Nacionales.
- Las horas bajas, de Xandru Fernández. Libro al que también llegué de casualidad (era parte del pack de un curso sobre Mark Fisher) y sin referencias del autor. Por describirlo de alguna manera, se trata de un serie de ensayos ensamblados alrededor de la noción de tiempo, con un fuerte componente generacional (no lejano al mío, lo que facilita el enganche con un texto bastante complejo y exigente), con excesivos vaivenes para mantener el mismo interés de manera continuada. Algunos pasajes se leen desde cierto entretenimiento Pop (Avengers y los dioses y héroes del Olimpo), otros me deslumbraron desde mi desconocimiento (la diferenciación en 3 planos del tiempo: Chronos, el tiempo lineal, Aión, el tiempo del mito, de la narración, y Kairos, el suceso... y su aplicación a La Historia Interminable o su relación con La Montaña Mágica), y en algunos no terminé de entender la ambición (los que parecían ir asociados en mayor medida a una cierta formulación de algo parecido a un "programa político"). Jugó a favor de mi lectura todos los elementos generacionales comunes de los que se nutre el autor y el interés reciente en lo que tiene que ver con la concepción del tiempo (la lectura inmediatamente anterior fue Relojes de Einstein, mapas de Poincaré): sin esas ayudas quizás no lo hubiera finalizado.
Por último, descubrimiento librero: El Cisne Negro, librería coqueta y de buen catálogo en San Lorenzo de El Escorial
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